Lamentaciones por mi Iglesia:
Con la indulgente venia de Jeremías
Aleph
¡Qué sola está tu Iglesia, antes llena del pueblo fiel!
La Señora de las naciones se convirtió en viuda sin hijos.
Aquella que enseñaba al mundo es tributaria de sus principios.
Beth
Su llanto copioso no tiene consuelo y los suyos
se le volvieron enemigos.
Guimel
Emigró de su tierra santa y sentada entre los gentiles
no encuentra reposo: sus perseguidores la han alcanzado.
Quisieron abrirla al mundo y el humo satánico
mareó a los buenos.
Dalet
Sus caminos están de luto y son tan pocos los que
vienen a sus solemnidades.
Sus puertas desoladas, sus sacerdotes corrompidos,
sus vírgenes ridículas; ella llena de amargura.
He
Prevalecieron sus enemigos y prosperaron
los que la aborrecían.
El Señor la afligió por sus rebeldías
y sus niños cautivados por violadores.
Wau
Ha desaparecido todo el esplendor de su culto,
sus prelados son como ciervos sin pasto
y huyen sin fuerza ante el perseguidor.
Zain
Se acordó de sus días de gloria y de los bienes
que antes tuvo.
Cayó su pueblo en manos de los enemigos sin
que nadie le ayudase, sus enemigos la miraron
y se burlaron de su perdición.
Jet
Muchos han sido tus pecados, Iglesia Santa,
por eso has sido objeto de aversión:
Cuantos antes te honraban te desprecian
viendo tu desnudez.
Estás sosa y sin luz…
Tet
Su inmundicia manchó sus vestiduras sacras
y cayó de manera sorprendente…
Donde había veneración hoy domina la burla.
Yod
Echó mano el enemigo de todos tus tesoros:
tus retablos, tus ornamentos, tu latín, tu celibato,
tu unción religiosa, el silencio de tu interior…
Vio penetrar en el santuario la mano irreverente
que ultraja el Sacramento.
Tus asambleas son un circo de gitanos.
Y cualquiera pontifica.
Kaf
Todo el pueblo van en busca de pan
mientras tus prelados dicen:
“Denles ustedes de comer”
y en lugar de tu Pan, le dan migajas de superstición.
¿Es esta la Fe que encontrará tu Esposo a su retorno?
Lámed
Oh vosotros cuantos pasáis por el camino,
mirad y ved si hay dolor comparable al suyo.
El Señor la ha afligido con el ardor de su cólera.
Mem
Mandó Dios desde lo alto un fuego que consume
nuestros huesos, nos arrojó en la desolación
y no tenemos consejeros.
Nun
El yugo de nuestras iniquidades pesa sobre nosotros
y no podemos levantarnos.
Merecemos ser pisoteados por tribunales paganos.
Sámec
Rechazó el Señor a todos sus buenos guerreros.
Los desprestigiaron por integristas.
Convocó a quienes quebrantaron a los mancebos
con lasciva seducción.
Ayim
Por eso lloro y manan lágrimas de mis ojos y mi
alma está sin alivio.
Tus hijos están desolados al ver el triunfo del enemigo
que está adentro y reforma tus mismas oraciones
con que otrora les aterrabas.
Pe
Tiende Sión sus manos y nadie la consuela.
Dios permitió que sus enemigos la rodeen
y la ciudad Santa es objeto de abominación.
Sade
Justo es Dios, pues fuiste rebelde con sus mandatos.
Contemplad el dolor de nuestra Madre: sus doncellas y
sus mancebos han ido al cautiverio de pastores ladrones
de su fe y su castidad.
Qof
Llamaste a tus amigos, pero te engañaron.
Firmaste tus propios decretos de autodemolición.
Tus sacerdotes y cardenales perecen en las ciudades
buscando la Comida que ellos debieran preparar.
Res
Mira, Señor, la angustia de tus hijos fieles.
Mira cómo se revuelven sus entrañas por la rebeldía del
error que hizo estragos en el cuerpo de tu Esposa.
Sin
Oyen nuestros gemidos y nadie nos consuela:
nos contentan con mentirosas reformas de palabras.
Y el Antiguo Enemigo se alegra de haber sido olvidado,
porque ahora exorcizan a quienes antes lo exorcizaban.
Tau
Señor descubre ante tus ojos la maldad del enemigo
y trátalo como nos trataste a nosotros
por nuestras rebeldías.
Muy dolorido está nuestro corazón.
¡Jerusalén, Jerusalén, conviértete al Dios que es TUYO!
P. Ismael